domingo, 2 de octubre de 2011

La rima que nunca funcionó

Sí sí sí, aquí estoy de nuevo con un clásico-básico que todo hijo debe saber hacer y que toda madre espera/desea/reza que así sea.

Supongo que los que hayáis empezado a vivir por vuestra cuenta, después de las típicas semanas de "me encanta mi vida de persona independizada comiendo sólo lo que me gusta (véase pasta, pizza, sandwiches y filetes)" empieza a apetecer lo que sólo una madre o un cocinero aleccionado por Que sí mamá puede daros, unas buenas lentejas! Ya sé ya sé, todavía hace calorcito y comidas de cuchara no es lo que más apetece, pero es por daros un cierto margen para aplicar el método de ensayo-error, así que compraros 30 kg de lentejas y allá vamos,

Lentejas

El nombre de la entrada es claro, a mi madre nunca le coló lo de "si quieres las tomas y si no las dejas", era obligatorio e ineludible y cualquier intento de escapatoria inútil (mira que intentaba ser original con mis sofisticados planes de niña de 5 años, pero nada). La verdad es que ahora me alegro, porque me encantan!

Los ingredientes
- 2 ajitos pelados
- 3 zanahorias peladas
- 2 patatas pequeñas peladas
- 1 pimiento crudo pequeñito
- 1 tomate
- 1 rama de apio (o incluso mejor 2)
- 1/2 cebolla pelada
- Sal
- Pimienta molida
-1/2 cucharada de pimentón
- 1 pastilla de Avecrem
- Colorante alimenticio
- 1 rodaja de chorizo, tocino y morcilla

Las herramientas
- Una olla y ganas de picar cosas con un cuchillo

Pasito a pasito
1. La noche de antes se dejan metidas las lentejas en un cuenco con agua. La ración por persona es aproximadamente 1 puñado y medio.
2. Se pica todo crudo muy muy pequeñito (si tenéis el complemento de la batidora para picar es muy muy cómodo) y se mete en la olla con un chorrito de aceite.
3. Se echan las lentejas (escurrid el agua del cuenco en el que las teníais eh) y se cubre de agua.
4. Se pone a fuego fuerte hasta que empiece a hervir el agua y en ese momento se baja y se deja haciéndose hasta que veáis que las lentejas están tiernitas.

Todo buen cuento, va con moraleja
- Si os equipáis bien con batidora y complemento para picar y trocear tenéis muchísimo ganado para vuestras futuras comidas.
- Las legumbres que vayáis a guisar hay que dejadlas en agua mínimo 6-8h, así que lo mas fácil es ponerlas antes de acostaros.

La valoración del chef
La verdad es que son bastante sencillas de hacer, me sorprendió bastante porque siempre lo había visto como EL PLATO. Si hacéis mucha cantidad (la que os he puesto es para 4 personas) siempre lo podéis guardar y tenéis comida para varios días.

 Tardo tanto en actualizar porque los belgas ahora mismo tienen un objetivo fijo, que yo acabe desquiciada cambiándome asignaturas y horarios cada dos por tres, así que ahora mismo el comer no está entre mis prioridades. Pero bueno, poquito a poco.

Si me está leyendo gente de Erasmus, ya lo sé, "chorizo, tocino, morcilla" no es típica cosa que te encuentres por todas partes ni a precios baratos, así que aparte de jamón serrano meted en la maleta cosas así que vienen bien para comer como en casita. En caso de que me dé tiempo, mi memoria no me falle y se alineen los planetas voy a empezar a decir por el twitter de @quesimama lo que vamos a comer y cenar en casa, a ver si os sirve, porque como os tengáis que esperar a que suba las fotos y escriba las entradas de todo..nos dan las uvas. Seguid @quesimama!

viernes, 16 de septiembre de 2011

Una pizca de mudanzas

Mucho tiempo llevo yo con esto abandonado. Con todo el lío de preparar las cosas y venirme a Bruselas tuve que dejar de lado los blogs y centrarme en lo más importante, cómo organizarlo todo para que las maletas no se pasaran del peso que me dejaban. Ay dulce tentación de ponernos ocho capas de ropa por encima para no dejarnos nada atrás... en fin, hoy es mi cumplesemana (no creo que eso ni siquiera exista) aquí y ya me va tocando volver a hacerme cargo de mis estupendas responsabilidades.
Esta vez sí que puedo decir que he recibido súplicas de entradas nuevas y más recetas, cómo se nota cuando no estamos en casita verdad? Por lo tanto, gentes ya hartas de pasta, sandwiches y pizzas aquí os traigo la receta de hoy,

Pollo al orégano con arroz
De siempre me ha gustado el pollo hecho así y, oh sorpresa la mía, cuando me enteré que era tan fácil de hacer. Aquí lo malo es que no tenemos batidora, por lo tanto lo vais a tener que disfrutar vosotros por mi,

Los ingredientes
- 4 dientes de ajo grandecitos
- 1/2 cucharadita de orégano
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 1 pizca de pimienta molida
- 1 pastilla de avecrem u otro caldo concentrado
- 1/2 vaso de vino blanco
- Una pizca de colorante (que no parezca que el pollo no ha pisado la playa en todo el verano)
- Los muslos de pollo que queráis hacer
- Un vasito de arroz de microondas

Las herramientas
- Olla
- Batidora y vaso de batidora

Pasito a pasito
1. Se trituran los ajos, el orégano, el comino, la pimienta y el vino blanco hasta que quede un líquido más o menos uniforme
2. Salamos el pollo, echamos un chorrito de aceite en una olla y los freímos. Hay que ir dándoles la vuelta para que se moreen uniformemente.
3. Se añade lo que hemos triturado y la pizca de colorante
4. Se deja haciéndose a fuego medio. Hay que moverlos también de vez en cuando, pero tampoco os pongais ahí a girar y girar hasta que el pobre pollo acabe mareado, un término medio.
5. El arroz de la foto es realmente hecho por mí, pero se puede acompañar por los vasitos de arroz que vienen ya mediohechos y así ahorráis tiempo

Todo buen cuento, va con moraleja
- Como véis, en esta receta se usa orégano, comino, pimienta... son típicas cosas que de primeras no se te ocurre comprar, o no parecen básicas, pero si os hacéis con un especiero básico es muy útil para darle un poco de gracia a vuestros platos. Así de entrada, tened en casa siempre pimienta, orégano, comino y pimentón, luego ya iréis añadiendo lo que más os guste.
- En vez de vino blanco también se puede hacer la receta con agua y coñac, aunque os recomiendo también que compréis un cartón de vino blanco y lo uséis para hacer carnes, les da mucho sabor.

La valoración del chef
Receta fácil  de hacer y bastante aparente a la hora de demostrar que cocinamos. De vez en cuando está bien salir del mundo del filete y atreverse a hacer otro tipo de carnes, así que intentadlo!

Espero que os haya gustado lo de hoy y prometo estar más centradita a partir de ahora con mis quehaceres bloggeriles.

lunes, 22 de agosto de 2011

Una de clichés

Continúa el verano, el calor y El Corte Inglés unos grandes almacenes ya han comenzado con su anuncio de pre-temporada escolar (chicos, me parece muy bien lo de las becas a los padres, pero volved a contratar a los que hicieron la canción de "Volver a empezar", infinitamente más convincente). Aunque parezca que no, sigo aprendiendo duramente el oficio cocineril y lo que es llevar hasta extremos insospechados la paciencia de una madre.
La receta de hoy es de mis días de soledad en una Córdoba solitaria (fui la única habitante de la ciudad durante una larga semana en Agosto, o eso me pareció a mi) y por supuestísimo, acabé preparando pasta, hay que aprovechar los dones que se nos conceden, y no fastidiarla al hacer pasta es uno de los míos. Pero quería darle un toque especial, nada de tomate frito de bote y queso rallado de bolsa (que también así está bien buena, pero no es menester de hoy hablar de esa modalidad), así que me busqué la receta de la salsa "Alfredo". No sé si la conocéis, es muy famosa en Estados Unidos y sirve tanto para pasta como para carne, por ejemplo, unos filetes de pollo. Sé que os ha picado la curiosidad ver cómo se hace, y que estáis predestinados a hacer pasta 20 de cada 30 días al mes, así que seguid leyendo...

Spaghetti con salsa Alfredo y jamón

Mamá, no te enfades, al próximo le pongo un mantel mono
Los ingredientes
- 80gr spaghettis (o la cantidad que comáis vosotros normalmente)
- 1 taza de nata
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1/4 taza queso parmesano
- Sal
- Pimienta negra molida

Las herramientas
- Olla
- Sartén

Pasito a pasito
1. Por una parte vais haciendo la pasta, calentáis el agua con un chorrito de aceite y un poco de sal, cuando hierva echáis los spaghettis y a mover un poco de vez en cuando por si acaso se pega algo
2. Mientras tanto, para la salsa (si, trabajamos a dos manos porque somos unos profesionales, o así me sentí yo...), en una sartén derretís la mantequilla y vais echando la nata y que se caliente un momentín. A continuación, se añade el parmesano y la sal, y nada, remover un ratito y listo.
3. Dejais la salsa reposar un poco y mientras tanto se habrá hecho la pasta (controlad el tiempo a ver si os vais a tirar 20 minutos haciendo la salsa, que ya es difícil, pero peores cosas se han visto por ahí). La cosa es, coladla y devolvedla a la olla. Vertís la salsa ahí, removéis un poquito y a servir!
4. Yo luego le eché un poco de pimienta negra molida y trocitos de jamón serrano (es mejor poner el jamón cuando se derrite la mantequilla y hacer la salsa directamente con él, pero no caí al principio).

Todo buen cuento, va con moraleja
- Sé que sois unos profesionales de la concentración, pero id vigilando la pasta mientras estáis con la salsa
- El jamón serrano, mejor echarlo justo después de derretir la mantequilla, ergo, antes de la nata.
- La cantidad de salsa  con las medidas que os he dado sólo para uno es quizá mucha (yo lo hice más o menos a ojo guardando las proporciones), si sobra, la podéis congelar y así la tenéis para otro día. (Especial "Cómo congelar las cosas" y "Qué cosas se pueden congelar" próximamente).
- Verdaderamente la salsa Alfredo tiene muchas variedades, yo cogí la más sencillita que encontré (a la que menos cosas había que echarle), podéis investigar si queréis.

La valoración del Chef
La salsa es muy fácil y está riquísima. Se tarda poco y lleva cosas fácilmente encontrables en la nevera de una persona independiente y autosuficiente como lo sois todos vosotros. Ahora sí, es un poco anti-operación bikini, así que hay que compensarla con una ensaladita de cena o algo así.

Ya sólo me quedan unas semanas para aterrizar en Bruselas y enfrentarme a mí misma en la cocina, así que voy a empezar a recoger información también sobre, por ejemplo, cómo tienen que ser los tomates que compramos y por qué hay doscientos tipos en el súper. Poco a poco os lo iré contando, que sé que también tenéis ese tipo de inquietudes. Un saludo y hasta otra receta!


miércoles, 10 de agosto de 2011

Con un poco de azúcar...

Después de un mini-paréntesis playero-ultraexpress (leído así parece que hace sólo 3 horas de la última entrada) vuelvo con, sin duda, mi receta estrella. Realmente era algo que quería publicar en un tiempo pero más que nada, ha habido problemas logísticos con las fotos (mi padre se ha llevado su cámara sin pedirme permiso, ¡qué osadía!) y lo de hoy era lo único elaborado por mí que se hallaba en el ordenador.
Ya sabéis que tengo una obsesión con los cupcakes y tartas (más que nada me gusta verlos y vivir el momento-merienda, luego en realidad no soy cupcakera). Así que la pasada navidad me propuse un reto a mí misma. Supongo que ya habréis adivinado en que consistía, tenía que quitarme mi adicción a las series, y mientras tanto, decidí hacer unos cupcakes.
Me salieron a la primera, y eso que aún no sabía hacer gazpacho (inocente ignorancia, qué tiempos...), en fin, que con saber mezclar y tener una buena receta por lo menos salimos del paso. Que no quita que  no nos vayan a salir obras de arte como las que se ven por ahí, siempre hay que tener en cuenta nuestras capacidades, perdón, nuestras pocas capacidades.
En fin, después de este motivamente y refrescante monólogo, que probablemente sólo haya servido para divagar un poco, sabéis que me encanta, aquí tenéis la receta

Cupcakes con chocolate, lacasitos y chucherías

Así de nombre parece el sueño de cualquier niño (y el mío, y el mío!), pero la cosa salió más por mi inutilidad para hacer yo la decoración que para otra cosa. La receta de la masa de los cupcakes la saqué del blog Canela&Cardamomo (http://canelaycardamomo.blogs.elle.es/2010/12/16/navidad-2010-%E2%80%93-cupcake-navidad/) aunque varié un poco la receta, no porque sea una profesional de la cocina sino porque no tenía esencia de canela y ganó el "no voy al super que hace mucho frío".

Ingredientes
Para la masa
- 200 gr azúcar
- 140 gr de mantequilla
- 2 huevos
- 230 gr de harina
- 1 y 1/2 cucharadita de levadura
- 1 pizca de sal (sirve para acentuar los sabores)
- 150 ml de leche
- Una cucharada de azúcar avainillado
Para la decoración
- Mini smarties
- Fresas de gominola
- Chocolate blanco y con leche
- Nubes (yo las llamo esponjitas, pero lo importante es que me entendáis, me sacrifico)

Herramientas
- Unas varillas (manuales o de batidora)
- Cápsulas de papel para los cupcakes
- Un bol grande para ir preparando la masa
- Microondas para derretir el chocolate
- Un colador para tamizar la harina

Pasito a pasito
La masa
1. Se mezcla  todo el azúcar (normal y avainillado) con la mantequilla (sacadla de la nevera un rato antes u os vais a reír y mucho)
2. Se incorporan los huevos, primero uno, se mezcla bien y cuando está totalmente integrado en la masa se echa el otro
3. Se tamiza por otro lado la harina, la levadura y la sal (tamizar es pasarlo por el colador, lo mejor es echar la mezcla en el colador, sujetarlo y con la mano libre ir dando golpecitos para que caiga). Esto hace que nos salga más esponjosa la masa.
4. Ahora hay que ir repitiendo el siguiente proceso, añadimos una cucharada de la mezcla tamizada a la que teníamos de huevo azúcar y mantequilla y mezclamos bien, añadimos otra y volvemos a mezclar... así hasta acabar.
5. Se le echa finalmente la leche, se termina de mezclar bien y listo para echar en las cápsulas de papel. Llevan poca levadura luego deberíamos rellenar unos 2/3 de las mismas.
6. Hay que precalentar el horno a 170º unos 20 minutos (podéis empezar a precalentarlo mientras vais rellenando las cápsulas) y luego meter los cupcakes y dejar que se hagan bien (comprobad que la masa está hecha con un pincho, pincháis y si sale mojado es que no está).

Truco: como supongo que no tendréis bandejas especiales para cupcakes ni cápsulas de papel incrustadas en oro, usad dos en vez de una para cada cupcake, si no, la masa es tan espesa que deformará el papel

La decoración
Podéis hacer lo que queráis y os parezca más bonito. Yo de primeras lo que hice fue derretir chocolate (en un vaso, echar un poquito de leche,  ponerlo de poco en poco tiempo e ir removiendo cada vez para evitar que se queme), cubrí los cupcakes y luego eché smarties y chucherías, que como son bonitas hicieron que los cupcakes lo fueran también.

Todo buen cuento, va con moraleja
- La pizca de sal es recomendable en todas las recetas para hacer masas y postres, acentúa los sabores
- Al tamizar la harina conseguimos masas más esponjosas
- Para conseguir que se nos queden redonditos y monos poned las cápsulas de papel dobles
- Que una masa está hecha se comprueba pinchando uno de los cupcakes, si el objeto punzante sale seco es que ya están hechos

Valoración del chef
La receta parece larga pero no es nada complicada. Calculo una media hora de preparación y unos 15 minutos en el horno, eso si no os dormís en los laureles. Los veo perfectos para impresionar a alguien, sobre todo usando el truco de las chuches, te hacen quedar bien.

Si queréis ser repelentes del todo, podéis comprar té y organizar una merienda "cool" con vuestros amigos/queridas/queridos. (Lo que odio la palabra cool y la cantidad de veces que la uso, soy una sufrida).
Ya no tengo más paradas playeras, y de hecho mis padres nos han dejado por aquí y de alguna manera tenemos que subsistir, así que se avecinan entradas más frecuentes, además de las fotos que se encuentran atrapadas en la cámara de mi progenitor. Papá, si estás leyendo esto, ¡devuélveme tu cámara!


miércoles, 3 de agosto de 2011

Tareas pendientes

¿Sabéis esa sensación en vacaciones de que no te da tiempo de hacer nada? Se van las 24 horitas entre levantarte tarde, dormirte la siesta y hacer un par de recados. (Perdones respectivos a los que anden trabajando/estudiando). Y es que mis días durante época lectiva dan mucho de sí, y ahora lo que dan... es pena. Con la cantidad de cosas productivas que iba a hacer estos días que Córdoba anda despoblada, en fin, que me quiten lo orgullosa que me sentí cuando lo planee todo en mi mente, algo es algo. 
A lo que voy, mi digievolución a Arguiñana sigue en marcha, sin embargo llevo muy malamente lo que es acercarme al ordenador. Pero bueno, aquí me tenéis, sacrificando parte de mi tiempo de descanso espiritual, a ver si os engancho a esta nueva forma de emplear mis horas (sé que tanto blog tarde o temprano afectarán a mi carrera o a la de los que me rodean, que aquí donde me véis soy muy pesadita con estas cosas).
Hoy toca una receta bastante original, de mi santa madre obviamente, que me debe, no una, sino varias (le dejé que me enseñara a andar, a hablar, me cambiara... y ese honor no es algo que mi yo pequeñita concediera así como así)

Pimientos rellenos de tortilla de patatas acompañados de endibias con caramelo nueces y pasas
Los ingredientes
- 3 patatas
Ya sé, voy a aprovechar estos días para aprender fotografía...
- 1/2 cebolla
- 3 huevos
- Pimientos (los que nos den para toda la mezcla, todo depende del tamaño)
- Endibias
- Nueces
- Pasas
- Caramelo
(La ensalada según la cantidad que queramos)

Las herramientas
- Sartén
- Freidora
- Cuchillo
- Una cuchara para rellenar los pimientos
- Papel de cocina 

Pasito a pasito
Empezamos con los pimientos fritos,
1. Cortamos las patatas en rodajitas y las freímos con la cebolla a fuego bajo hasta que estén tiernitos. Escurrimos el aceite y mezclamos en un bol con los huevos.
2. Cogemos los pimientos, procurando que tengan todos más o menos el mismo tamaño (para que las rodajitas salgan más o menos iguales, pura estética), los fregamos, cortamos el rabo procurando que la abertura que se nos queda sea decentemente grande, que luego vamos a tener que meter las patatas por ahí y limpiamos sin romperlos de semillas todo el interior.
3. Antes de rellenarlos, mejor partir un poco las patatas, o machacarlas con un tenedor para que entren más fácil. Y nada, a cucharaditas los rellenamos y los vamos apoyando en la cesta de la freidora con cuidado de que se queden lo más vertical posible. Es mejor si los limpiamos por fuera con papel de cocina, porque si los metemos manchados luego saldrán con manchas y trocitos de huevo.
4. Nada más, los freímos procurando que no se vuelquen (ponedlos juntos en vertical y si os sobra cesta sujetadlos con una pala de madera) y luego los cortamos a rodajitas.
Para acompañar,
5. La preparación de las endibias no tiene mucha historia, es sólo ponerlas y echar nueces picaditas y pasas, ¡riquísimo!

Todo buen cuento, va con moraleja
- Fregad siempre la piel de todas las verduras y frutas que vayáis a usar
- En mi casa se comprueban siempre los huevos antes de usarlos, se echa en un vaso agua y un puñado generoso de sal, metemos uno a uno los huevos que vamos a usar y si no se van directos al fondo, no están bien, es típico truco de madre y sé que ella se queda más tranquila si os lo digo a todos vosotros.
- Repito lo del otro día, las semillas hacen que se repita el pimiento, ¡quitadlas!, con mucho cuidado de no romper el pimiento, que luego lo tenéis que rellenar y se sale.
- No los rellenéis hasta arriba del todo, que el huevo luego aumenta un poquito de volumen y puede reventarles la piel.

Valoración del chef
La verdad es que me pareció muy original, y nada difícil de hacer. Aún no me sale la tortilla de patatas en plan bonita, así que con esto me puedo tirar el pego y quedar mejor todavía. Nivel fácil, para unas 4 personas y peligrosidad quizá un poco más elevada que la de las otras dos recetas, (sartén, freídora...esto ya es mucho nivel), pero confío plenamente en vuestro instinto de supervivencia.

Dentro de nada ya tendréis a Gloria por aquí dando guerra, o eso me ha prometido. Pero ya sabemos, el poco tiempo que hay en vacaciones para todo, así que a ver cuando se anima. Yo sigo a lo mío. Tengo otra receta socorrida para subir y además una cosa que hasta hace poco era casi lo único que sabía hacer y supongo que os va a gustar tanto como a mí, ahí os dejo con la intriguilla.

¡Que aproveche!

viernes, 29 de julio de 2011

Momentos de valentía

Segundo día de intensivo de cocina, en las comidas sólo soy pinche, pero llega la tarde y me adueño de la cocina. Hoy me he puesto valiente, he enfilado a mi madre frente a frente y le he soltado: "dime cómo se hace un gazpacho". Total, he pensado, eso es sólo coger cosas, batirlas, meterlo en una jarra y echarle hielos... lo típico que crees cuando eres iluso e inocente.
En fín, la valentía realmente viene de meterme en temas "complicados" para la sana convivencia de nuestra sociedad. Sinceramente, ni asuntos políticos ni insultos ni ataques han conseguido jamás provocar tanta ira en la gente como si decís bien alto (en algún sitio concurrido, claro): "la tortilla siempre con cebolla" o "las croquetas/el gazpacho de mi madre es el mejor". Son frases que conducen a una clara hecatombe en nuestro entorno, por eso me la voy a jugar hoy con la receta de mi madre del gazpacho (que además es EL MEJOR gazpacho del universo, ahí queda).
La foto de hoy es un poco mejor de la de ayer, o por lo menos se ve más mona, mi madre me ha prohibido terminantemente ser tan cutre y me ha colocado el mantel, los tomates (para dar ambientillo, o a modo pedagógico para que sepáis de dónde viene el gazpacho) y la bandejita. Sin embargo, mi nivel como fotógrafa sigue siendo regularcín regularcín.

Gazpacho de mi madre

Los ingredientes
- 1 diente de ajo pelado
- 1 pimiento verde * (un tamaño normal, no de los grandes grandes)
- 1/4 cebolla grande pelada
- 4 ó 5 tomates *(se suelen usar los tomates pera, que tienen un poco forma de huevo)
- Opcional: unos tres dedos de pepino
- Aceite, vinagre y sal

*hay que lavarlos 


(Además se le puede echar pan, pero eso lo haré otro día)


Las herramientas
- Batidora o thermomix
- Según como quede de batido, un colador

Pasito a pasito
    Comenzamos preparando cada ingrediente. Al ajo lo mejor es quitarle el germen (la vaina que hay en el centro si partimos el diente por la mitad), porque provoca que se repita luego. La misma historia con las semillas del pimiento. Una vez tenemos todo pelado y listo, lo metemos un poco troceado (por eso de echarle una mano a la batidora) en su vaso. Ojo, el aceite, vinagre y sal no se echan hasta el final final, no se "trituran" vaya, si no, el gazpacho se vuelve de color naranja.
     Sólo queda hacer un poco de músculo brazil, lo batimos bien hasta que quede líquido. Lo normal, sobre todo con la batidora es que haya grumillos debido a la piel de los tomates y a cosas que no hayan quedado finas trituradas, lo más sencillo es coger un colador grande y al pasarlo a la jarra (o donde lo vayáis a guardar) colarlo y ya se nos queda perfecto. Si lo veis un poco espeso podéis añadir un poco de agua para mejorar la textura.
     Una vez tenemos todo toca aliñarlo. La proporción es 3 cucharas soperas de aceite por cada cuchara sopera de vinagre. Yo en este caso le eché 6 y 2 respectivamente. Añadimos un poco de sal y listo! En mi casa muchas veces se bebe, así que lo pasamos a una jarra y lo servimos en vasos con mucho hielo, para que esté bien fresquito.

Todo buen cuento, va con moraleja
Cosas que ya se os tienen que quedar grabadas como cocineros:
- El germen del diente de ajo y las semillas de los pimientos mejor quitarlas porque hacen que se repita más.
- El aliño del gazpacho al final, o se nos queda naranja
     
Valoración del chef
Es nivel fácil, peligrosidad muy baja, con eso da como para 1 litro de gazpacho. Ahora ya, cuento lo que me ha pasado a mí (era demasiado bonito para ser cierto). Hay que tener cuidado con el tamaño de los pimientos, en mi casa han mutado, son más grandes que mi cara pero claro, yo he ido con receta en mano y no sabía bien cual era el tamaño de "1 pimiento", así que he cogido de los que había... aparte de tener que añadirle dos tomates más para que se volviera rojo el gazpacho, resulta que ha llegado el verdadero momento de valentía, bebérmelo. He comido salsas picantes que parecían fondue de chocolate al lado de eso. Así que cuidado, nunca sabemos lo que el destino nos tiene preparados  (a nosotros y a nuestra familia, obviamente he obligado a que se lo bebieran, y con mucho orgullo).

Algunos me han visto ya por twitter, claramente no podía faltar. El acoso mediático al que os tengo acostumbrados con Recortes seguirá también en @quesimama (aún no he hecho facebook). En el fondo sé que lo agradecéis.

Y mañana más, mi madre ha prometido ascenderme de segundo a primer pinche en la cocina (mi perro ha sido bastante competitivo hasta ahora), así que a ver si me enseña algo que nos sirva en los tristes días de penurias nutricionales fuera de casa.

PD: He puesto "Gazpacho de mi madre" porque por supuesto estoy dispuesta a publicar todas las versiones que queráis, para gustos colores y seguro que los vuestros también son LOS MEJORES del universo. (Tan tan valiente...no soy).

jueves, 28 de julio de 2011

Preparados, listos...

YA! Aquí empieza mi nueva aventura como blogger-cocinera. Los que me conozcan de Recortes de Madrid ya sabréis que soy más de que me alimenten que de alimentar yo, pero bueno, quería un peligroso cambio en mi vida y entre esto y dedicarme a los deportes extremos...me he decantado por el blog. (Aunque conociéndome, no tengo tan claro cuál de las dos opciones resultaría más segura).
A los que no me conozcan aún...mmm esto...hola !!!
Antes de que nadie empiece a preguntarme, el blog ha surgido como vía de escape a mi evolución de peligro potencial en la cocina a chef de alto nivel (siempre hay que apuntar alto). Total, tengo que aprender a cocinar, y vosotros conmigo.
 No sé cómo será vuestra madre con estos temas, pero la mía está continuamente en un sinvivir porque  me alimente bien, creo que sería capaz de movilizar a la policía y a la guardia civil (si apuras hasta a Scotland Yard) para que me obligasen a comer verduras, que con estas cosas no se juegan, es un tema muy serio. 
Así que voy a publicar mi proceso de aprender a hacer cositas para conseguir lo que más ansiamos actualmente de nuestras madres, que aprueben nuestra alimentación sin rechistar. (Ya dedicaré otro blog a "Mamá, salgo a la calle bien abrigado", todo a su tiempo).
El menú de hoy es más por empezar a publicar que por otra cosa, no es nivel cero, es nivel -3, pero oye, me ha apañado la cena y bien rico que estaba.
Aquí lo tenéis,

Filete de pollo con ensalada de pera, queso y jamón

Los ingredientes
- Un filete de pechuga de pollo
Como se puede apreciar, la fotografía tampoco es mi fuerte
- Una pera
- 30gr de queso curado
- Una loncha de jamón serrano
- Aceite, sal y vinagre de módena

Las herramientas
- Sartén
- Cuchillo
- Tabla para cortar
(Ahora parece una tontería, pero cuando las recetas se compliquen será útil saber lo que tenemos que usar)

Pasito a pasito
      Pelar la pera y cortarla en taquitos. Picar también el queso y el jamón. Lo mezclamos y lo aliñamos con vinagre de módena.
      Freímos el filete (espero que eso sí lo domine todo el mundo). 
Como veis era nivel -3, pero he tardado 10 minutos y estaba muy rico.

Todo buen cuento, va con moraleja
      Aquí es donde se resumen los consejos y trucos que se pueden sacar de la receta. De aquí poco puedo decir, salvo que no seáis burros y empecéis friendo la carne, que se seca mientras estáis preparando la ensalada.

Valoración del chef
     Como he dicho, se tarda 10 minutos, es de nivel muy muy bajo, las cantidades son para 1 persona y el único peligro que tiene es que metáis la mano en la sartén con el aceite.
Estupenda para sacarnos de un apuro cuando no tengamos ganas ni tiempo de complicarnos la vida. A la ensalada le podríamos añadir lo que nos apetezca, a mi personalmente la mezcla de pera y jamón serrano me encanta, la probé una vez en una pizza y desde entonces.

Las entradas tendrán siempre los mismos apartados, que si no os perdéis. Aunque esta vez habrá una novedad, no seré yo la única que escriba. Como supongo que hay gente no tan "incapaz" (con esta palabra me auto-ofendo menos), voy a contar con la ayuda de otras dos personas. Por un lado Gloria, que va a hacer de listilla de la clase y le saldrán cosas más monas y complicadas y ricas que a mí (de vez en cuando tenemos que admitir nuestra derrota en ciertos aspectos), por el otro, mi santa progenitora, que cuando le enseñe a manejar esto se dedicará a cosas más avanzadas, a consejos y a sermones de madre en general (que bien útiles resultan a veces).

Espero que os haya gustado esta primera entrada y que decidáis aprender a cocinar vosotros también (siempre me he consolado con el "mal de muchos").

Para acabar, sé que todos tenéis "vuestra receta estrella", así que si podéis, mandadla a quesimama@gmail.com, con una foto si es posible, si no, la haré yo y la publicaré alabándoos como chefs.

A desbancar a Arguiñano se ha dicho !!